TREBOL PERSA, leguminosa anual para cultivo de servicio
Los sistemas de producción actuales, que tienden a la agricultura continua con un diseño de baja diversidad de cultivos, generan desafíos importantes para la sustentabilidad de los sistemas agrícolas. Cada vez con mayor frecuencia se plantean interrogantes sobre la sustentabilidad del recurso suelo y su degradación física y química, el impacto de la producción en el recurso agua y la aparición de malezas de difícil control y con resistencia a uno o varios grupos de herbicidas. Son de particular preocupación los balances negativos de C y N y la falta de cobertura sobre el suelo en determinados períodos del año. Es necesario, entonces, trabajar en alternativas que diversifiquen el sistema, mejoren o aumenten la entrada de C y N al mismo, y reduzcan al máximo los períodos en los que el suelo se encuentra con baja cobertura por residuos, y por tanto, más susceptible a los procesos de erosión.
Hay alternativas viables para construir sistemas agrícolas o agrícola-ganaderos que detengan y reviertan los procesos mencionados anteriormente.
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¿Para qué pensamos en hacer un cultivo de cobertura o cultivos de servicios?
Entre los objetivos, que en la mayoría de las situaciones productivas son múltiples, se pueden mencionar:
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- * Proteger al suelo de la erosión (cobertura)
- * Absorber nutrientes en exceso y dejarlos disponibles posteriormente para el aprovechamiento de los cultivos de verano (puente verde- catch crop)
- * Competir con malezas, bajar la carga de uso de fitosanitarios y controlar los niveles de población de malezas
- * Aumentar entradas de materia orgánica y nitrógeno al sistema (abono verde)
- * Reducir compactación (laboreo biológico)
- * Aumentar la infiltración
- * Generar canales de agua aprovechables por otros cultivos
- Existen diferentes cultivos o especies capaces de potenciar el beneficio ambiental que se requiera. Conocer los beneficios que los mismos proveen nos permitirán formular estrategias para incorporarlos en las secuencias agrícolas. Para elegir el cultivo de cobertura o mezcla, se debe tener claro para cada situación de lote, en el marco del sistema productivo, cuales son los servicios que se busca que provea la cobertura.
- Los principales aportes de Carbono para formar la materia orgánica provienen de las raíces
Trabajos de investigación realizados en los últimos años han demostrado que el Carbono que forma parte de la materia orgánica, proviene en mayor medida de las raíces de las plantas, que de la biomasa aéra. Los cultivos con mayor aporte de raíces o la generación de mayor cantidad de raíces (con prácticas como el pastoreo) tendrán un impacto positivo en la incorporación de Carbono al sistema.
¿Cuánto Nitrógeno me podrían aportar las leguminosas?
En estudios realizados por investigadores de la UBA en suelos del Uruguay, utilizando diferentes especies de leguminosas anuales, han observado relaciones positivas entre la biomasa producida por los cultivos y el nitrógeno proveniente de la fijación biológica. Así, han observado que produciendo en promedio 3000 Kg/ha de MS aérea se fijan o aportan aproximadamente 50 Kg/ha de nitrógeno al suelo, mientras que hay especies que pueden producir más de 5000 Kg/ha de MS, logrando fijaciones superiores a los 80 Kg/ha de N.
Características del Trébol persa y beneficios en su uso como cultivo de cobertura
* Tiene hábito erecto, hojas grandes
* La semilla pose alto vigor y se logran buenos niveles de implantación
* Tiene muy bajo porcentaje de semillas duras, no resiembra natural
* Tiene alta capacidad de producción de forraje
* Posee aptitud para pastoreo (recomendado en mezclas con gramíneas, ya que causa botulismo), buena de rebrote (mientras esta en estado vegetativo) y niveles de proteína Cruda entre 16 – 24 %
* Se puede consociar con verdeos como avena o rye grass, tanto para cobertura como pastoreo.
* Tolera excesos hídricos temporarios
* En condiciones de siembra adecuadas, se pueden esperar tasas de crecimiento en el ordne de los 15 kg/dia/ha durante el estado vegetativo y superiores a 60 kg/dia/ha luego del 15 de septiembre, cuando pasa a estado reproductivo.
Claves para un adecuado manejo del Trébol persa
- Siembra: el tamaño de la semilla es muy pequeño, similar a la semilla de alfalfa. Debe sembrarse con la precaución que la semilla no quede a profundidades mayores a 1 cm, ya que se compromete el establecimiento. En situaciones de gran cantidad de rastrojo, la cobertura arriba del suelo puede generar un efecto de mayor profundidad y condicionar el logro de las plántulas.
- La densidad de siembra sugerida es de 8 a 10 kg/ha para siembras en línea, 10 a 12 kg/ha al voleo y 4 a 5 kg/ha para siembras en mezcla-
- Como cualquier leguminosa, la disponibilidad de P puede limitar el correcto establecimiento y nodulación.
- Historia de herbicidas: presenta susceptibilidad a acumulación de ALS en suelos
- Es sensible al ataque de trips y arañuela, debe monitorearse la implantación y la presencia de pulgones en los primeros estadios
- Para poder formar rizhobios y fijar Nitrógeno, precisa ser inoculado con su inoculo especifico. El uso de semilla peleteada e inoculada profesionalmente asegura una adecuado población de rizhobios.
- No hay herbicidas específicos recomendados para el cultivo. Pruebas realizadas por distintos profesionales (Consultora Oeste, 2019) han mostrado que asumiendo un leve grado de fitotixicidad, se pueden utilizar Pendimentalin (3000 gr/ha), Flumetsulam (300 cc/ha), Diflufenican (200 cc/ha), Imazetapir (1000 cc/ha), Metalocloro (1000gr/ha) y Piroxasulfone (120 cc/ha). Flumetsulam y Dliflufenican también pueden aplicarse como postemergentes, con un leve grado de fitotoxicidad. Se desaconseja utilizar 24DB.
- Época de siembra: si bien es una leguminosa anual con mejor respuesta a frío que otras, su crecimiento (capacidad de competir con malezas y generar cobertura) esta muy condicionado a la temperatura. Para el Sudeste de la provincia de Buenos Aires se recomiendan siembras dentro del mes de Marzo. Para el Norte de la provincia de Buenos Aires y Entre Ríos, la época de siembra puede extenderse hasta fines de abril. En caso de atrasarse la siembra, se puede compensar en parte la pérdida de productividad inicial incrementando la densidad del stand de plantas o asociándolo a una gramínea, con las debidas precauciones de controlar la profundidad de la semilla de Trébol persa.
- Las experiencias de implantaciones al voleo han resultado exitosas cuando hubieron condiciones de humedad de suelo adecuadas para el desarrollo del cultivo.
- Supresión del cultivo: la fecha de supresión del cultivo dependerá de la rotación. Las máximas tasas de crecimiento las alcanza en Octubre/Noviembre, cuando cambia a estado reproductivo. Si el cultivo tiene una gran acumulación de materia seca, suele requerir más de una aplicación a fin de poder afectar a la totalidad de la biomasa. En estas situaciones, el doble golpe de Glifosato 48%, 3 lts seguido a Paraquat podría ser la alternativa más efectiva.
- La supresión del cultivo suele ser mas rápida si se quema a fin de septiembre o inicio de octubre, en estado vegetativo, pero se compromete la acumulación de biomasa potencial, ya que se esta finalizando antes de su pico de crecimiento.
- Por ser un cultivo con altísimo contenido de agua, no se recomienda en siembras puras su rolado, ya que no es posible aplastarlo ni quebrarlo. Consociado con vicia y alguna gramínea, es factible rolarlo.
Conclusiones
El Trébol persa puede ser una alternativa de leguminosa para utilización como cultivo de cobertura, con una gran capacidad de producción de materia seca y su consecuente aporte de nitrógeno al sistema.
Su adaptación al sistema productivo debe provenir de un adecuado diagnóstico de necesidad de servicios aportados por la cobertura y un manejo tanto en la implantación como en la supresión para generar una adecuada cobertura y no comprometer al cultivo siguiente.
Nuestro equipo técnico queda atento a responder a las consultas que pudiera tener para evaluar la factibilidad de utilizar esta herramienta en su sistema.
Dto. Técnico Semillas Picasso